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Silvio Marzolini ya tiene su estatua en el Museo de Boca

Silvio Marzolini, uno de los mejores laterales izquierdos de la historia del club, en un emotivo acto descubrió la estatua que se exhibirá en el Museo junto a la de otras glorias como Maradona, Riquelme, Rojitas, Palermo, Guillermo y Rattin.

Por su pasado como jugador y técnico, por los años de gloria y pasión con la camiseta azul y oro, por la huella inolvidable que dejó en la historia del club, esta vez, el homenaje fue para Silvio Marzolini. En un evento a pura emoción, con recuerdos, anécdotas y todo el cariño, el ex lateral izquierdo vivió una tarde de emociones que terminó con el descubrimiento de esa estatua que tendrá su lugar de privilegio en el Museo de la Pasión Boquense. Allí junto a las de Diego Maradona, Juan Román Riquelme, Martín Palermo, Guillermo Barros Schelotto y Rojitas. 

“Este es otro momento inolvidable que me regala Boca, como tantos otros  que me tocaron vivir como jugador y técnico. Les agradezco a todos que me acompañan y en especial al club, que se acuerda de nosotros, los que tuvimos la suerte de aportar lo nuestro para hacer de Boca un club único en el mundo”, contó Silvio, luego de las palabras del presidente Daniel Angelici, quien lo acompañó desde el escenario a descubrir la estatua que estaba tapada con una bandera azul y oro. 

Silvio, uno de los mejores laterales izquierdo que se vieron en el fútbol argentino, arrancó su carrera en Deportivo Italiano, pasó por Ferro y de allí saltó a Boca para construir una historia dorada con su juego exquisito y su entrega sin límite. Vistió la camiseta azul y oro de 1960 a 1972, período en el que consiguió seis títulos, como los torneos de Primera División en 1962, 1964 y 1965, el Nacional y la Copa Argentina en 1969 y el Nacional de 1970. En total, Marzolini jugó 408 partidos a lo largo de su carrera y anotó 10 goles. Y también se lució con la camiseta celeste y blanca de la Selección Argentina, con la que jugó los mundiales Chile 1962 e Inglaterra 1966.

Una vez que cerró su capítulo como jugador, Marzolini inició otro largo y exitoso como formador de juveniles y técnico de Primera. Comenzó en All Boys y más tarde llegó a Boca para ganar el Metropolitano 1981 de la mano de Diego Maradona. Luego volvió a ser el técnico de Boca en 1995, nuevamente con Maradona en el plantel, y en su último experiencia antes de dedicarse a la formación de juveniles. Luego de tantos títulos, de tanta gloria, y de tanto fútbol, llegó este merecido homenaje a una de las grandes glorias de Boca.