Riquelme se fue más feliz que nunca de Avellaneda con el triunfo por 2-1 ante Racing y ya tiene la cabeza en Argentinos para seguir acortando distancia con la punta.
Volvió después de más de cien días de lesión y, desde entonces, sumó tres triunfos que acomodaron a Boca en el torneo Final e invitan a la ilusión. Por eso, después de unos días tensos, los rostros se aflojaron para largar sonrisas grandes como las que sabe entregar el ídolo de Boca cuando está feliz. Román Riquelme, quien volvió un ratito contra Estudiantes, se bancó casi los 90 contra Olimpo y jugó más de una hora en Avellaneda con Racing, se fue contento porque el triunfo tiene un valor que va más allá de los tres puntos: "Necesitábamos ganar, tenemos la ilusión de pelear hasta el final, y hacía mucho que no ganábamos de visitante, por eso estamos contentos", contó Román tras el partido, tras el festejo de todo el grupo, bien apretaditos en la mitad de la cancha.
Para Riquelme, de todos modos, la tarea recién comienzo y al equipo le queda mucho por emprolijar según su mirada: "Sabemos que tenemos mucho que mejorar pero la cosa era sumar de atres. Son todos partidos muy difíciles, muy parejos, así que ahora vamos a ver qué pasa con Argentinos. La gente está contenta porque ganamos y el domingo intentaremos hacerlo de nuevo".