Calleri y Cubas se sumaron a la movida solidaria del McDía Feliz, que destina todos los fondos recaudados para programas infantiles. Los jugadores vendieron hamburguesas y se divirtieron como chicos en la sucursal de Parque Lezama.
"Esto es más difícil que jugar un partido", se ríen y comentan mientras despachan los combos. Se divierten como chicos y sacan pedidos. Lo más importante: aportan su solidaridad en el Mc Día Feliz, un clásico de McDonalds, en el que todo el dinero recaudado por la venta de Big Macs va destinado a solventar programas infantiles.
Los jugadores de Boca llegaron al mediodía al local de Parque Lezama, cerquita de La Boca, y armaron una revolución no bien se pusieron los delantales y se colocaron detrás de la línea de cajas para tomar los pedidos y prestarse a las mil fotos y autográfos que les pidieron sus clientes.
El evento que recauda para la Fundación de McDonald's se replica en varios locales de la Argentina y en simultáneo en otros 16 países y también contó con el soporte de Boca Social.
