Boca cayó 3-1 ante River en la final de la Libertadores disputada en el Santiago Bernabéu. El Pipa Benedetto abrió el marcador, pero Pratto mandó el partido al alargue y allí los de Núñez lo ganaron con goles de Quintero y Martínez.
El primer tiempo mostró un claro dominio de Boca en el mítico estadio madrileño. El Xeneize tuvo chances tanto con pelota parada como con balón en movimiento, siendo dos remates de Pablo Pérez las posibilidades más concretas para abrir el marcador. Hasta que un delicioso pase de Nández encontró a Benedetto en posición inmejorable. El Pipa eludió a los dos zagueros Millonarios y definió bien ante Armani. Más que merecido por lo mostrado por el equipo de Guillermo en los 45 minutos iniciales.
Ya en la segunda etapa, Boca parecía tenerlo controlado, aunque River insinuaba algo más. Hasta que Pratto coronó una buena jugada colectiva empatando el partido con remate corto. Lo que se vio a partir de allí fue de mucho nervio y poco fútbol, casi algo esperable teniendo en cuenta lo mucho que había en juego. El pitazo final de Cunha envió la definición a un alargue, a tono con una finalísima que duró muchísimo tiempo.
Wilmar Barrios vio rápidamente la roja en la prórroga y eso fue letal para las aspiraciones de Boca. Con un hombre más River empezó a inclinar la balanza a su favor y un balazo de Quintero puso las cosas 2-1 en favor del Millonario. Ya sin el lesionado Gago y con Andrada jugando casi como un delantero más, Martínez avanzó desde su propio campo hacia el arco vacío y anotó el último gol de la Copa Libertadores.
