Angelito Rojas y el Muñeco Madurga, dos glorias xeneizes, recibieron en el vestuario local de la Bombonera al nuevo entrenador y le desearon lo mejor para el nuevo ciclo: “Acá vas a andar muy bien”, le dijeron. Y le desearon todos los éxitos.
Por si algo le faltaba al primer día de trabajo de Gustavo Alfaro con la indumentaria de Boca era encontrarse con dos glorias del club y que le dieran la bienvenida en nombre de todos los próceres y de todos los ídolos que supieron construir la historia del club. Eso fue justamente lo que hicieron Angel Clemente Rojas y Norberto Madurga, que de gloria con Boca saben un rato largo. El primero regaló magia, jugó 222 partidos, gritó 79 goles y festejó 5 títulos (Campeonatos 64 y 65, Nacionales 69 y 70 y Copa Argentina 1969), entre 1963 y 1971. Y el otro desparramó categoría y sumó 135 partidos, 39 goles y 3 títulos (Nacionales 69 y 79, y Copa Argentina 69), entre 1967 y 1971.
Después de la presentación en la intimidad, de los estudios médicos, de los chequeos, de los primeros ejercicios y de las primeras decisiones, el nuevo entrenador volvió al vestuario de la Primera y allí lo esperaban el Muñeco Madurga y Angelito, junto al presidente Daniel Angelici, para darle la bienvenida y desearle el mayor de los éxitos.
Alfaro y las glorias xeneizes se saludaron con afecto en la antesala del vestuario y, tras los abrazos y los agradecimientos por el cariño, los ídolos le abrieron las puertas de la historia de Boca: “Acá vas a andar muy bien”, lo despidieron con afecto. Bienvenido a casa.