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Volvió una noche

Con el regreso de Riquelme de titular, que volvió después de tres meses y convirtió el segundo de penal, Boca le ganó a Olimpo 2-0 por la sexta fecha del torneo Final y se acomodó en la tabla. Sánchez Miño hizo el primero.

No había margen para otra cosa. "Esta noche, cueste lo que cueste, esta noche tenemos que ganar...", pidió la tribuna no bien se escondió el sol en La Boca, y se encendieron las luces de la Bombonera para otra noche de fútbol, y el pedido vino acompñado de un "las buenas ya van venir". Boca, hinchas, jugadores, técnico, dirigentes, el mundo Boca todo, estaba urgido por un triunfo que pusiera las cosas en orden tras el tropiezo con Vélez y las tres derrotas en cinco partido. Y costó, porque a Boca todo le cuesta sangre y sudor en estos tiempos, pero llegó y fue un bálsamo. Otra noche de Boca y de Riquelme.

Con la vuelta de Riquelme como titular tras tres meses, sin Gago y Orion con la Selección, y con el chiquitito Luciano Acosta como socio de Gigliotti, Boca dominó el partido desde el primer minuto con más voracidad que claridad, con más ganas y actitud que fútbol, pero de a poco se fue acomodando y fue llegando al área de Olimpo. Sin demasiadas chances claras, con arrebatos, pero con la intención de dejar hasta la última gota para acomodar las cosas. Se fue el primer tiempo, sin goles, pero con la sensación de que las buenas efectivamente estaban por llegar. Y llegaron en el arranque del segundo tiempo, con esa conexión made in Boca, entre Marín, Erbes y Sánchez, Miño, luego de que Riquelme abriera para el lateral derecho. 

A partir de ahí, como Ledesma ya había recibido la quinta amarilla y no podrá estar ante Racing, Bianchi decidió meter a Rivero por Erbes para cuidarlo, ya que también está al límite de amonestaciones, y luego tuvo que mandar a la cancha a Claudio Pérez por la lesión de Forlin. Boca trató de mantener el control de la pelota, de hacerla circular, de buscar ampliar para dar el golpe de knock out, pero tuvo que pasar algún susto como un tiro de Pérez Guedes que salió muy cerca y algún centro que cruzó peligrosamente el área de Trípodi. Pero luego todo volvió a estar bajo control. Y apareció Riquelme para cerrar la noche con un remate de penal, tras la infracción a Insúa, que cerró una noche perfecta para el regreso. Volvieron.