Historia - 1940 a 1962

El bautismo de la Bombonera

1940

Esta temporada dejó dos excelentes noticias para el mundo Boca: la inauguración de la Bombonera y la conquista de un nuevo título.

Atrás quedaba el peregrinaje de los primeros años y la modesta cancha con tribunas de madera en su sitio definitivo de Brandsen, Del Valle Iberlucea, Aristóbulo Del Valle y las vías del Ferrocarril Sud. A la religión xeneize le faltaba su templo y ése llegó en 1940. La Bombonera, un sueño titánico que llevó adelante la CD encabezada por el Dr. Camilo Cichero, se inauguró el 25 de mayo con un 2-0 sobre San Lorenzo en un amistoso y fue una inyección clave para Boca, que ganó los 13 encuentros que disputó allí para consagrarse campeón. Nacía una leyenda mundial que en 1952 agregaría una tercera bandera y la iluminación y en 1996 sumaría los palcos VIP. Ya era, a esa altura, un monumento del fútbol, de fama mundial, y cita obligada para turistas y fanáticos de cualquier latitud.

Un goleador con boina

1944

El 26 de septiembre de 1943, Boca perdía 1-0 contra River en la Bombonera cuando el lateral Lucho Sosa envió un centro y Severino Varela, el uruguayo de la boina blanca, se tiró en palomita y marcó el empate

Luego, volvió a marcar y, de ese modo, se ganó para siempre el cariño de los hinchas y un lugar en la historia. Ese Boca fue campeón por un punto de ventaja sobre River en 1943, y se mantuvo invicto durante 26 partidos para repetir al año siguiente, un récord que luego pasaría a manos del Racing de José Puzzuti en 1966 y que a fines de la década del 90 regresaría a La Boca, de la mano del Boca de Bianchi que estuvo 40 partidos sin conocer la derrota. La vuelta olímpica se dio contra Racing en el estadio Monumental.

Aquellos años difíciles

1949

La campaña de Boca en 1948 fue un aviso de lo que vendría un año después. Tras la primera huelga de futbolistas, el equipo terminó 8°, la peor posición hasta entonces en el profesionalismo.

Y en 1949 llegaron más amarguras y sinsabores. Pese a contratar a innumerables figuras, el equipo realizó una mala campaña y llegó a la última fecha con serias chances de descender. En una Bombonera repleta, Boca aplastó 5-1 a Lanús y evitó la pérdida de la categoría. La etapa que transcurrió entre 1945 y 1959, 15 años con más espinas que rosas, dejó apenas un título en lo que se convirtió en la peor racha de la historia.

Con la garra xeneize

1954

El 11 de noviembre de 1954, Boca venció a Tigre por 1-0 y se consagró campeón tras nueve años de sequía. El equipo que conducía Ernesto Lazzatti se destacó por su solidez defensiva.

Y mucho tuvieron que ver el arquero Elías Musimessi, el arquero cantor, y los defensores Eliseo Mouriño y Natalio Pescia, recordado por su apodo de Leoncito. Arriba, la responsabilidad del gol recayó en José "Pepino" Borello, un delantero persistente y dueño de un potente remate, autor de un gol de media cancha contra Vélez en Liniers. Y cumplió con lo suyo: con 19 conquistas, fue el goleador del campeonato. Otra vuelta olímpica que volvía a poner a Boca en la cima del fútbol argentino. Donde correspondía.

Roma, Delem y la leyenda

1962

Boca ya era una pasión popular pero, a veces, hay hitos que agigantan y potencian las leyendas.

Uno de ellos lo entregó el Boca campeón de 1962, al que siempre se lo recordará por el clásico que le ganó a River en la Bombonera, la tarde en que Roma le atajó un penal al brasileño Delem. Un Boca duro, fuerte y que te hacía un gol y cerraba el arco: recibió 18 en 28 partidos. Pero además de Antonio Roma, Silvio Marzolini, Carmelo Simeone y Antonio Rattín, ese Boca tenía un delantero brasileño que era un especialista a la hora de enfrentar a River, al que le marcó nada menos que 10 goles. Uno de ellos fue en la victoria por 1-0, la tarde que Boca se aseguró otra estrella. Su nombre: Paulo Valentim.