Historia - 2003 a 2005

Bianchi volvió con gloria

2003

Tras un año sin títulos, el regreso de Bianchi devolvería la gloria. Y por triplicado.

Sin el aura de Riquelme, pero con la eléctrica aparición de Carlos Tevez, Boca deslumbró en la Copa Libertadores y en la final apabulló a Santos, de Brasil, con un global de 5-1. Los últimos siete partidos los ganó de manera consecutiva, tras un traspié en la ida de los octavos de final contra Paysandú de Brasil. En la segunda parte del año tampoco habría relajación. Y se repetiría la fórmula de 2000. Hubo conquista del campeonato local con una performance estupenda (11 triunfos, 6 empates y 2 derrotas) y el aporte de Fabián Vargas y el brasileño Pedro Iarley. Y el 14 de diciembre el segundo ciclo del Virrey alcanzaría el éxtasis total. Otra vez en Japón, y ante un poderoso como el Milan de Italia, se erigió en campeón del mundo. Luego del 1-1 en los 120 minutos (gol de Matías Donnet), Roberto Abbondanzieri se recibió de ídolo en los penales. Le atajó a Pirlo y a Costacurta (Seedorf desvió uno) y Boca se consagró. Otro año increíble. De nuevo, Tokio a sus pies.

El Virrey de La Boca

2005

La llegada de Alfio Basile a mediados de año, sumada a las contrataciones de Federico Insúa y Cata Díaz entre otros, hizo resurgir al equipo luego de una floja temporada.

Explotaron los juveniles Rodrigo Palacio y Fernando Gag y así Boca se llevó el Apertura con 12 victorias, 4 empates y 3 derrotas. Pero no sería el único logro en la era de Coco. En tan sólo un año, hasta mediados de 2006, ese equipo arrasó con todo lo que jugó. Conquistó la Recopa ante Once Caldas en partidos de ida y vuelta y también se hizo dueño de la Copa Sudamericana, cerrando así de manera ideal el año del centenario de la institución. En la final, empató los dos encuentros contra los Pumas de México y se consagró por penales, con otra gran actuación de Abbondanzieri. Al año siguiente, repitió el título local y dio la vuelta olímpica una fecha antes, en la cancha de Independiente. Y en la Recopa se impuso contra San Pablo de Brasil. Así, el ciclo de Basile culminó de modo estupendo: cinco torneos disputados, cinco torneos ganados. Hasta que el Coco se marchó a la Selección.